martes, 3 de septiembre de 2013

Los seguí, y había mucha luz en las calles. Pero ellos seguían dándose amor en cada esquina. De repente esto ya no me gustaba nada. Agarré la primer botella que encontré tirada, que era de vidrio, y la tiré cerca de ellos, con toda mi fuerza. El estruendo y los vidrios que volaron los volvieron locos y se dieron vuelta a mirarme.
El chico prepotente y muy estúpido(para acercarse a un demente de la calle que estaba zarpado en alcohol, debía serlo) vino hacia mi y me empujó, al mismo tiempo que me gritaba y me preguntaba que carajo me pasaba. Me invitaba a pelear y me caí, quedando sentado en la calle.
Isabel se asomó a mirar, (porque estaba asustada y se había escondido en la puerta de una casa) y me reconoció.
Su rostro empezó a humedecerse y corrió hacia el punky a detenerlo mientras me golpeaba brutalmente.
Discutieron y ella le dijo que me iba a hablar. Me tomó de la mano, y a pesar de que hacía mucho frío esa noche, su mano estaba tibia.

quién sabe quién sabe
en qué momento se trasnformó todo
de una canción
de un poema
a una crónica sangrienta
a una pesadilla muy real
a las zapatillas rotas
y la cara lastimada

cuándo fue que la princesita se pervirtió tanto
cuándo fue la última vez que un ogro la levantó y se la llevó a su cueva, en brazos, derrotada y hastiada

¿cuándo fue al última vez que Isabel se sintió segura al lado de un ser humano?