jueves, 14 de agosto de 2014

El Principito sabía que yo era temperamental
me corrió el pelo a los costados, cómo separando las hojas de un libro
y me leyó la mente
me dejó pensando y supe que su alma se fue al Sur
y su cuerpo se quedó acá, vagando,
buscando una respuesta

tirándole piedras a la calle, nunca terminó de cerrar su herida
toma una aguja y la abre todos los días

me enseñó a que lo único que debo temer es a lo que no hice
lo que no llegué a decir, lo que no llegué a soltar, 
lo que no llegué a ser..

el resto es un río, es agua viva
que corre bajo nuestros pies
podemos sumarnos y seguir
o podemos quedarnos rendidos en la orilla, mirando las olas quebrarse contra las piedras
todo lo que podés hacer desde ahí, sólo es sentir





lo veías agitando a todo trapo
y de repente lo encontrabas preguntándome si me gustaba lo que había escrito esa tarde
si no era muy tonto volcar su mente y pegarla en la calle
corriendo entre la gente y buscándome con la sonrisa de picado
todos los días me nublaron su sol
y como agua, como arena escapando de mis manos
se desvaneció cual mariposa
que duró tan poco,
lo suficiente para ver la luz en mis ojos

"contame cómo es la onda
¿para estar con vos hay que sufrir siempre?"
nunca tuve respuestas reales, certeras

siempre pensé que lo sabía
pero me tiemblan las piernas en éstos días