jueves, 14 de agosto de 2014

El Principito sabía que yo era temperamental
me corrió el pelo a los costados, cómo separando las hojas de un libro
y me leyó la mente
me dejó pensando y supe que su alma se fue al Sur
y su cuerpo se quedó acá, vagando,
buscando una respuesta

tirándole piedras a la calle, nunca terminó de cerrar su herida
toma una aguja y la abre todos los días

me enseñó a que lo único que debo temer es a lo que no hice
lo que no llegué a decir, lo que no llegué a soltar, 
lo que no llegué a ser..

el resto es un río, es agua viva
que corre bajo nuestros pies
podemos sumarnos y seguir
o podemos quedarnos rendidos en la orilla, mirando las olas quebrarse contra las piedras
todo lo que podés hacer desde ahí, sólo es sentir





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