jueves, 21 de noviembre de 2013

no tenés nada de lo que me gusta
nada de lo que soy 
en tu cabeza
por qué me atrae el caos?
por qué mierda no puedo estar en paz un mes
sin arrastrarme en una cama apestosa
con cerebros llenos de moscas?
Hoy me di cuenta que no puedo quererte libre
sin rostro. compartiendo rastros y mounstruos. Solo quedo presa de invisibles encantos. Enfermandome, cortandome las alas,
abrazo y sueño
celo y reniego
capaz de meterme una bala por no dejar de vivir en sus trampas
tan efímero que mezcla nombres y ciudades
moderno y poco modesto
sucio y descuidado
de sábanas manchadas y camas separadas
descartable, de indeseable
despertando los más bajos instintos
comiendome los intestinos
nublandome la visión, nunca dando la razón
haciendome rimar pobremente y de lo que soy matando lo coherente
ideal, de película, de ensueño
banal, incondicional hasta que tocas el suelo
en polvo, de crotos
en fotos,
en pasajes oscuros, pintado en los muros
goloso, pegajoso
mas que nada odioso
pero sin fin
sin división
se sigue la ficción del terror

martes, 1 de octubre de 2013

martes, 24 de septiembre de 2013

palabras tan puras y bellas
se ensucian en una boca tan mentirosa
y podrida
no hables de libertad
no me hables de libertad
si queres esclavizarme con tus encantos
no me dejas dormir
tampoco pensar en otra cosa que no sea tu mirada
contemplarte en silencio es lo que hago en mi memoria
ver como se cae tu pelo y queda pegado en la ducha
y como anochece en nuestro nido
cada mañana es más cruda

miércoles, 4 de septiembre de 2013

entre borrachos se entienden

Me refugié en la locura, ya que no tenía un solo amigo en el mundo ahora. Y conocí monstruos con traje de humanos. Gente como yo, perdida por la violencia que les enseñó la sociedad, que luego los llevó a las drogas y la delincuencia. No podía contarles mi historia porque no la sabía. De modo que solo vagábamos buscando qué comer y sobreviviendo sin hablar mucho de ello.
Un día iba caminando por San Telmo (yo vivía en Parque Patricios, al sur de Buenos Aires), de seguro era un sábado porque había muchas chicas en pollera y tacos, con sus pelos planchados y sus caras revocadas como una pared. Entonces la vi. Saliendo de un boliche en la calle Alsina. La vi abrazada a un punkie de pelos rojos. Salieron del lugar, ella con una botella de vino en la mano, coreando la canción de alguna banda que ya no recuerdo. No entendí bien que pasaba, ni por qué me hervía el pecho al ver a esa chica ebria. No entendí por qué se me aceleró el corazón y me puse pálido. Sé que estaba ciego de alcohol y tenía sueño, pero algo en ella me revolvió las tripas, pero se sentía bien. Los seguí.
Los seguí, y había mucha luz en las calles. Pero ellos seguían dándose amor en cada esquina. De repente esto ya no me gustaba nada. Agarré la primera botella que encontré tirada, que era de vidrio, y la tiré cerca de ellos, con toda mi fuerza. El estruendo y los vidrios que volaron los volvieron locos y se dieron vuelta a mirarme.
El chico prepotente y muy estúpido (para acercarse a un demente de la calle que estaba zarpado en alcohol, debía serlo) vino hacia mí y me empujó, al mismo tiempo que me gritaba y me preguntaba qué carajo me pasaba. Me invitaba a pelear y me caí, quedando sentado en la calle.
Isabel se asomó a mirar, (porque estaba asustada y se había escondido en la puerta de una casa) y me reconoció.
Corrió hacia el punkie a detenerlo mientras me golpeaba brutalmente.
Discutieron y ella le dijo que me iba a hablar. Me tomó de la mano, y a pesar de que hacía mucho frío esa noche, su mano estaba tibia.
La miré y me quedé tieso. Tenía los labios violetas de vino, y agrietados por el frio, pero aún así era bellísima.
Me levantó del suelo y me dijo que fuéramos a sentarnos en la vereda. El punkie se prendió un cigarrillo y empezó a caminar hacia la esquina. 
Ella le gritó para que no se fuera, o al menos que volviera después. Él no le hizo caso y siguió caminando y refunfuñando.
Nos sentamos y me preguntó que hacía por aquellos lados, y le dije que estaba borracho y con ganas de caminar.
Me preguntó si no la recordaba. Obviamente le dije que no. Yo estaba hecho una piltrafa humana, y ella tenía el pelo tan suave y aunque olía un poco a humo, todavía tenía ese aroma a la crema de enjuague que usaba. Me sonrió y casi me meo de la emoción, cuando me dijo su nombre y empezó a contarme todo lo que me había pasado, lo que nos había pasado.
Yo había tenido un accidente con mi moto hacía varios meses, y perdí la memoria. Al no recordar a nadie cuando fueron a visitarme al hospital, me puse muy nervioso, y golpeé enfermeros, familiares, incluso estuve a punto de lastimarla a ella, que había sido mi pareja durante ese año. No recordaba mucho, hasta que me dio un beso en la boca, a pesar de mi pinta asquerosa, y me abrazó cuan fuerte pudo y vi cómo se le volvieron de vidrio los ojos.
Entonces comprendí que nuestra relación no era la misma, claramente no.

Luego del hospital volví a casa de mis padres, que me cuidaron cuanto pudieron, a pesar de mi agresividad. Me puse violento con todo el mundo. Quisieron internarme en un psiquiátrico porque no recordaba sus caras. Huí de mi casa y de toda la gente que frecuentaba.
Me di aún más a la bebida y a los vicios (aún más que antes, ella me amaba así) y me sumí en un mundo de delincuencia y cosas horrendas que no podría contarle.
Me dijo que estaba viviendo sola, y que a ese chico lo había conocido hace un par de semanas. Que se llevaban bien y le gustaba. Que ella estuvo mucho tiempo sin salir con nadie, sin dejar de embriagarse. Que también había perdido su trabajo poco antes de conocer a este chico. Que si no fuera por él, no podría pagar el alquiler.
Nos miramos profundamente y recordé como se quedaba despierta toda la noche porque su ansiedad no la dejaba dormir. Recordé como me abrazaba cuando tenía miedo, y escondía la cabeza en mi pecho como si fuera una niña.
No supe si dejarla ir o pedirle un trago de vino.
-"Tengo sed"
-"Tengo vino, ¿querés?"
-"Ahora recuerdo que siempre me emborrachaba con vos en el parque que está cerca de casa, mientras veíamos a los pibes jugar al fútbol a la tarde. Y a la noche sentados en un banquito chamuyábamos con los locos que hacían malabares. Te reías tanto…"
-"Si, me reía bastante", dijo ella con un esbozo de sonrisa.

Se estaba aclarando el cielo y me dije a mi mismo que algo tenía que hacer para que se quedara conmigo. Me acerqué un poco más y la abrazé. Ya no sonreía tanto como cuando era mi compañera. Y era entendible. Yo ya no era el mismo tipo que alguna vez la trató bien y la enamoró. Era un monstruo asqueroso y mugriento,  buscando un poco de calor (admito que en ese momento quizá me hubiera dado lo mismo estar con ella o con cualquier otra), y se dio cuenta de eso, y se quitó mis brazos de encima.
-“¿Sabes qué? Me están esperando.”
-“Bueno, yo también te estuve esperando mucho tiempo.”
-“¿De qué espera me hablás? Si la que pasó noches en vela y llorando como idiota fui yo (comenzó a enojarse). Pensé que no me ibas a volver a reconocer. Pensé que no ibas a volver.”
-“Perdonáme, es todo lo que tengo para ofrecerte, mis disculpas. Eso y mi amor. Es todo lo que tengo, mi fuerza de amor.”
Me miró callada durante un rato, y luego cedió.
-“Vos siempre queriendo revolucionar mi mundo…” me dijo sonriendo, y me acarició la mejilla. 
En ese momento me sentí salvado. Supongo que lo hizo porque nuestro amor fue una locura. 
El punkie que estaba con ella nunca volvió, su alquiler no lo pagó más. Nos las arreglamos como pudimos para estar juntos. No teníamos nada, salvo el uno al otro, y las ganas de vivir, a pesar de todo.

martes, 3 de septiembre de 2013

Los seguí, y había mucha luz en las calles. Pero ellos seguían dándose amor en cada esquina. De repente esto ya no me gustaba nada. Agarré la primer botella que encontré tirada, que era de vidrio, y la tiré cerca de ellos, con toda mi fuerza. El estruendo y los vidrios que volaron los volvieron locos y se dieron vuelta a mirarme.
El chico prepotente y muy estúpido(para acercarse a un demente de la calle que estaba zarpado en alcohol, debía serlo) vino hacia mi y me empujó, al mismo tiempo que me gritaba y me preguntaba que carajo me pasaba. Me invitaba a pelear y me caí, quedando sentado en la calle.
Isabel se asomó a mirar, (porque estaba asustada y se había escondido en la puerta de una casa) y me reconoció.
Su rostro empezó a humedecerse y corrió hacia el punky a detenerlo mientras me golpeaba brutalmente.
Discutieron y ella le dijo que me iba a hablar. Me tomó de la mano, y a pesar de que hacía mucho frío esa noche, su mano estaba tibia.

quién sabe quién sabe
en qué momento se trasnformó todo
de una canción
de un poema
a una crónica sangrienta
a una pesadilla muy real
a las zapatillas rotas
y la cara lastimada

cuándo fue que la princesita se pervirtió tanto
cuándo fue la última vez que un ogro la levantó y se la llevó a su cueva, en brazos, derrotada y hastiada

¿cuándo fue al última vez que Isabel se sintió segura al lado de un ser humano?

miércoles, 28 de agosto de 2013

él es un puerkohostil
nada más que eso
nunca fue de muchas palabras
su lengua siempre ocupada en cosas más calientes que una discusión
pero la careta prontó se le cayó
y quedó el pendejo resentido de siempre
que escribe en su cuaderno y maldice a todo el mundo
amás a todo pero también lo odiás
vos y tu doble moral de mierda
nunca me convencieron
y me arrastraste a una cueva de oscuros juegos
e intentaste llenar mi cabeza de conceptos que ni vos crees
te llenás la boca con la libertad
pero nunca vi a alguien tan sometido en mi vida

lunes, 26 de agosto de 2013

"no te quiere ni el diablo
sos una escoria
tu padre no te reconoce
y tu madre no te soporta
no tenés amigos y tampoco un amor

no vés que todos te dejan
porque sos una puta y a nadie agradás?
fracasás en todo
mi hermana ya no sos más"

alto soldado de El Señor
predicando el odio y la segregación
buen niño, buen hijo
buen ejemplo de ciudadano inspirador
bien macho, muy culto
porque habla todo el día en inglés
está idiotizado todo el tiempo
y reprime sus deseos
porque un libro obsoleto así lo ordena

no tiene razonamiento de lo lavado que está
por una mafia de lo más oscura
vendiendo el concepto de piedad
unos pocos tristes sabemos
que la verdadera salvación está en la libertad

buen soldado de El Señor
predicando intolerancia con fulgor
gran siervo de El Pastor
rechazando al que suplica amor

estás tan lleno de odio
pobre niño pobre mounstruo
que engendró mi sociedad
si había una carencia
sumada a las mentiras y juegos de lo virtual
forjarón una mente enferma y devastadora de oír gritar

usás tu voz para criticar a todo aquel que demuestre
indicio de individualidad
no soportás la diversidad
askeroso soldado
pichón de facho
vos sos el verdadero agente del mal



si tanto cerebro tenés. por qué no lo usás? si dios existiera de seguro lloraría al ver tu asqueroso accionar

miércoles, 21 de agosto de 2013

 Me dejo llevar por los momentos de desesperación
cuándo sopla un viento con olor que anuncia la tormenta
y la tormenta de mi cabeza ya se está desatando
y el problema principal es la realidad
de todos y de mi cuerpo
de el mundo y de mi ser
yo busco refugio en una resignación
olvidando el tedio diario
que lo más importante a tener en cuenta es sentirse bien
y estar seguro de que quién camina a tu lado
es la mejor opción
si vamos a mentirnos
no sirve de nada

que caiga la lluvia ya sobre mi cuerpo enfermo
sobre mi mente débil
que queme todo y me haga más fuerte
cuándo se caiga el viejo caparazón
y crezca una persona diferente


tratar de no lastimar a nadie es lo que intenté 
pero siempre terminó en evidencia mi pobre pensamiento
mi egoísta forma de ser

quiero librarme de las cadenas que yo misma me pongo
en las muñecas y en los pies
cuándo me quedo estática
y no me dejo hablar ni mover
yo soy mi ama
yo soy mi esclava

me veo desde afuera
y me daría amor
sólo porque no se lo pedí nunca a nadie
al menos nunca lo grité
siempre lo pedí en silencio
y me comí todas las lágrimas
y luego me comieron las tripas y la cabeza

ahora el cuerpo abatido pasa factura
por todo lo que no sacó a tiempo
 me doy asco cuándo escribo
y cuando miro a alguien y espero recibir lo que no dí a quién debí darlo
hice las cosas mal pareciera
a cada momento de mi vida

Qué pelotuda
me compré un sweater re lindo
y no me duró ni un mes
borracha de mierda
he perdido llaves, gente, celulares, la dignidad
y ahora la ropa